La mejor forma de combatir el acné

A simple vista, el acné no es más que una condición pasajera y molesta que se tiene durante la adolescencia, pero en realidad es una afección mucho más grave que, el 80% de los adolescentes presenta y en algunos casos, deja cicatrices permanentes, tanto físicas como psicológicas que, afectarán gravemente su calidad de vida. No se trata, pues, únicamente de una cuestión estética, sino de un problema psicológico.

¡Cuidado con el sol!

Por otro lado someter la piel en forma prolongada a la acción de la radiación ultravioleta del sol va a tener como consecuencia una piel seca, áspera, amarillenta, arrugada, de textura gruesa y con una pigmentación irregular.

Esto es lo que se conoce como fotodaño o fotoenvejecimeinto. Es decir, envejecer prematuramente por causa de una exposición excesiva, frecuente y descuidada a la luz solar.

Se calcula que alrededor del 75% de la dosis total de sol de toda la vida se acumula o “se gasta” antes de los 20 años de edad debido a la falta de protección solar durante la infancia.

Tratamientos para combatir el acné

Actualmente se cuenta con tratamientos que actúan normalizando el proceso de diferenciación celular en la piel, que se presenta debido a los cambios hormonales que sufre el ser humano durante la adolescencia, en casos de acné; y en fotodaño promoviendo la regeneración de células epiteliales, a través de la estimulación de la síntesis/generación de colágeno y así renovar la capa superior de la piel.

Algunos de estos tratamiento deberá ser apoyado, durante el día con un bloqueador solar; capaz de proteger contra todos los tipo de radiación solar. También en los días nublados o de invierno es necesario utilizar este tipo de protección.

Como siempre, la mejor recomendación es acudir a consulta con un dermatólogo en cuanto aparezcan los primeros indicios de acné o fotodaño, por supuesto, evitar los remedios caseros y la automedicación que, en la mayoría de los casos lo único que logran es agravar más el problema.

Mantenerse firme en el tratamiento requiere tiempo, persistencia y paciencia, pero todo esto es mejor que agravar la condición por ignorancia o desesperación y por supuesto, mucho mejor que tener que someterse a algún tipo de intervención quirúrgica o, peor aún, recibir del médico la noticia de que ni la cirugía puede eliminar ya el problema.

Fuente: esmas.com